sábado, 13 de octubre de 2012

CRÍTICA: THE BARRENS (2012)




Título: The Barrens
Dirigido por: Darren Lynn Bousman
Escrito por: Darren Lynn Bousman
Año: 2012
País: USA
Reparto: Stephen Moyer, Mia Kirshner, Erik Knudsen, J. LaRose, Allie MacDonald, Max Topplin.
Genero: Horror, Thriller, Suspenso, Misterio.
Valoración: 6,9/10

Sinopsis: Richard Marlow se propone pasar un fin de semana de camping en familia. A medida que llegan al bosque, se encuentran diversos animales ensangrentados. Tras sufrir una herida en el brazo, Marlow pronto comienza a debilitarse y a sufrir dolores de cabeza y alucinaciones. Y lo que es peor, algo les acecha... Ojos amarillos, cuernos puntiagudos y alas de murciélago, es el demonio de Jersey, cuya leyenda se remonta al S. XVIII. Todo apunta a un final trágico.

CRÍTICA: Me considero un gran fan de Darren Lynn Bousman y de sus proyectos. He seguido todas sus películas desde que vi la fresca “Saw II” (película aclamada por los críticos como mejor que la primera parte)  la cosa se me complicó cuando se hizo cargo de la tercera y cuarta entrega de la franquicia porque no soy gran seguidor de Saw y no me apetece seguir franquicias de terror que se alargan mas de la cuenta (a excepción de Resident Evil a la cual le tengo un cariño especial y es mas de acción/sci-fi que de horror) Si admito que en las tres películas de las cuales se hizo cargo se notó diferencia. La forma de dirigir de Darren es calculadora y oscura, eso no se obtiene mucho en directores del género y creo que es uno de los pocos que es fiel a sus películas realizándolas con pasión e intenta ir mas allá para darnos una nueva  visión en el terror, regalándonos  historias con diferentes conceptos. Pero lo que no me entra a la cabeza es que teniendo un talento inigualable, una buena reputación y éxito tras su largo recorrido en Saw, me cuesta comprender porque la mayoría de sus películas que se  han estrenado durante el 2008 en adelante han tenido tan poca distribución y desinterés por parte de las productoras prestigiadas como LionsGate, Rogue o After Dark Film. Menos mal que existen millones de festivales en el mundo porque de no ser así, ni siquiera llegarían a las carteleras de USA o al mercado domestico. Películas como la increíble “Repo! The Genetic Opera” y la maravillosa “Mother’s Day” ambas unas bellas obras indiscutibles que han pasado demasiado desapercibida por el género y que si duda alguna merecen unos cuantos elogios por parte de nosotros y de los expertos que andan algo dormilones últimamente.

Tras estrenar  la infumable “11-11-11”, la única decepción gigante que he tenido de mi estimado Bousman (pero es que ni el papa la aguanta de lo aburrida que es. ¡Sorry Darren!) Ahora nos trae su nuevo largometraje titulado “The Barrens” un proyecto del cual dijo: “Es una película que tiene mi versión personal sobre los monstruos” y seriamente agregó “Esta no va a ser una película para todos, no trata sobre la característica de la típica criatura. Es un drama con un monstruo.” Leyendo eso la película tiene mucho sentido ahora que ya he digerido todito después de haberla visionado. En fin, siguiendo con el estilo satánico de su película anterior, The Barrens cuenta la historia de Richard Vineyard, que lleva a su esposa Cynthia y a sus dos hijos Danny y Sadie a Pine Barrens para pasar un fin de semana de camping en donde esparcirá las cenizas de su padre fallecido en el río que solían pescar. Al llegar al sitio, todo va de mal a peor cuando cosas extrañas empiezan a suceder a mitad de la noche en el bosque a causa de unas visiones que tiene Richard. Sin embargo, luego de sucesos incómodos Richard decide e insiste en dejar a los demás campistas para adentrarse en el bosque y dirigirse a un lugar mas tranquilo. Al pasar las horas Richard comienza a enfermarse por una herida en el brazo que parece infectada, pero cuando empieza a llover, ya no hay marcha atrás. Richard pronto llega a debilitarse, la fiebre le traen alucinaciones. Para colmo, cree que hay algo que los persigue y que está al acecho; algo con ojos amarillentos, cuernos puntiagudos y alas de murciélago. Los cuerpos descuartizados de dos chicos aparecen, y los Vineyard deberán luchar por sus vidas mientras la terrorífica respuesta se revela a si misma en una chocante y trágica conclusión.

The Barrens parte con un inicio que sin prestarle mayor atención, es muy parecido al de la serie True Blood (no sé si tendrá que ver el que Stephen Moyer actué y produce). Con una canción tipo country, imágenes con efectos antiguos y unos trozos de diarios con lectura sobre el diablo de Jersey (criatura de la historia que se centra la película) es lo que acompaña los créditos iníciales. Pasado eso, nos tiran a la familia protagonista que desde lejos podemos sentir que hay problemas pasados,  problemas que los dejarán para nuestra imaginación porque no los desvelan durante todo el metraje. Siguiendo con lo lineal, la familia Vineyard se va rumbo a Pine Barrens, y como dije anteriormente es ahí cuando queda la grande y se arma el infierno. Y es que llegando al bosque nos damos cuenta que la película no aparenta absolutamente nada de lo que dice ser. Bousman nos deja boquiabierto cuando nos plantea cual es el verdadero camino que vamos a tomar con esta película, porque a medida que se va desarrollando la historia todo se enfoca en el personaje Richard, quien sufre de fuertes traumas y visiones de cuando era pequeño y su padre lo llevaba a pescar al bosque donde habita el diablo de Jersey que siempre se le aparecía por la noches, atormentándolo. El comportamiento de Richard va cambiando, cada vez se torna más temible para su esposa e hijos y sus visiones de cosas sobrenaturales que no están ahí no le ayudan en nada que llevarlo a locura total donde ya somos testigos cercanos de que es un hombre con serios problemas mentales. Llegando a un punto de tener doble personalidad que se divide en la de un niño de diez años y en la de un hombre con instintos de asesino demente. Toda la pinta de un thriller psicológico ¿Pero será ese realmente su genero en sí? sigamos....

Viendo que los tiros se están yendo sólo por el horror psicológico (cosa que me encanta) y no por el gore, empezamos a esperar con calma que nos tiene preparado Bousman en el futuro. Todo depende de eso ya que no sabemos si nos vamos a encontrar con un desenlace rebuscado de último minuto o de uno que se entregue de manera sublime y nos deje sin palabras. Lo mismo sucede de el cómo lo vas a tomar porque si no llegas al punto de vista del director, tú mismo puedes hacer que esto solo sea una perdida de tiempo. Sigue avanzando la película con un ritmo pausado pero es inevitable decir que gracias a ese ritmo, la cinta juega todo el tiempo con el suspense y la intriga que te genera por saber que mierda sucede en realidad, eso es fantástico. Pero también está el desperdicio de unas escenas que no aprovechan y se quedan justo ahí sin más, escenas de las cuales no sacan todo ese potencial emocional que tienen acumulado para hacernos explotar y dejarnos aún mas mal de lo que estamos y demostrarle al espectador que tienen lo necesario y que de eso nos encaminan cuidadosamente para lo que viene. El hecho de que veas una y otra vez escenas con situaciones similares te hace pensar que estas ante un bodrio incoherente de primer grado, sin darte cuenta que tienes la respuesta ante tus propios ojos, pero como nuestras cabezas solo están pensado en ver un festín empapado de sangre, eso mismo nos ciega completamente y he ahí que Bousman juega con nuestras mentes como quiere, nos toma el pelo una y otra vez y logra su cometido de que en ningún momento saques siquiera una mísera conclusión de lo que sucede; de quien tiene la razón, de quien dice la verdad, sin saber de cual bando estar y lo terrible es que no sabes a quien creerle. Pensando lo peor y solo queriendo despertar de la pesadilla.

Una hora exacta de metraje y estamos igual que en un principio, con la diferencia que el agobio y la desesperación ha ido creciendo y ya no soportamos mas. Lo único que ha logrado Darren hasta ahora es hacernos sentir a la perfección  lo que está viviendo Richard, nos hace ponernos en los zapatos de él traspasando la locura y la claustrofobia de no poder salir del bosque que a pesar de estar en el exterior es como si estuvieses encerrado dentro de cuatro paredes, dejándonos confundidos desorientados, aturdidos, con ganas de que gritar y llorar de la desesperación lo mas fuerte que se pueda hasta decir basta. El miedo de saber que el diablo de Jersey está en cualquier parte esperando para devorarte cuando estés débil, sin duda alguna aumenta la intensidad y es un trastorno que intentas pero no te puedes quitar. Y al mas puro estilo de clásicos de los 80’s Bousman con ambigüedad nos intentó mostrar desde el minuto uno que lo importante era familia (no el gore) y el cambio que tomaban ante las situaciones que se iban presentando (de familia con problemas a familia hundida en la mierda) que la destrucción del núcleo familiar llegó a un punto tan horrible y fuerte provocado por el “miedo” que transformó un simple paseo de camping en algo enfermo y retorcido con unas secuencias devastadoras imparables. Cuando entiendes ese punto toda la base del guión te termina de matar. Pero aun estando sin respuesta,  Darren no enseña sus cartas hasta estar a cinco minutos del final, cuando ya nada da para mas, cuando el sufrimiento y dolor nos van consumiendo de manera brusca, se desvela de una buena vez lo que tanto queríamos saber y que ni en sueños lo íbamos a adivinar. Pero es tan potente la secuencia final que ya no te importa, la incógnita ya no tiene sentido porque lo que se presencia en el acto final vale mas que mil palabras.

El en reparto tenemos al lujurioso vampiro de la serie True Blood, Stephen Moyer quien interpreta a Richard. Moyer es un actor que siempre está correcto en el papel que le den pero no llega a extremos nunca antes visto. Yo no sé si las cintas de horror sacan el potencial oculto de cada actor o que sé yo, pero la actuación que hace Moyer es  real, ingenua y desgarradora que es imposible que alguien no arrugue la cara y siente arañas en el estomago (no mariposas). Es tanto lo que estudia y se mete en la cabeza de su personaje que la impresión no te la saca nadie, y si a él le pica una ojo, tu lo sientes (con eso lo digo todo) pero el cambio de registro que tiene es lo mejor. Como nunca este actor ya me ganó  y bienvenido será personalmente el verlo en otra película de la casa, siempre y cuando repita este desempeño actoral. Mia Kirshner (30 Days of Night 2) es Cynthia la esposa de Richard. De principio me cayó bomba su personaje, pero mientras va hirviendo la tetera y ya todo está caliente uff sacó sus dotes de actriz y me dejó mute. Su personaje a mi primera vista entra con un aspecto callado y sin fuerza pero cuando se tiran con el desenlace Cynthia te hace querer estar ahí para ayudarla física y mentalmente. La hermosa y joven Allie MacDonald (House At The End of The Street) es Sadie la rebelde hija de Richard. Sin bien faltó una pisca de condimento para que hiciera de su interpretación una puta maravilla, igual se queda en una actuación correcta pero que estuvo escasa de realismo.  Pero se entiende ya que en el horror hay que sacar el máximo y a veces es difícil y no todos lo consiguen. Y por ultimo el adorable Peter DaCunha quien interpreta a Danny el hijo de seis años de Richard. No tengo las palabras adecuadas para expresarme por él. Las escenas que rodó en el lago y en la carpa uff ¡stunning!

En aspecto técnico no hay nada que reprocharle. Joseph White hace un trabajo divino al recrear y darnos un ambiente  e iluminación sofisticada, solida y siniestra; Los arboles gigantes, el bosque húmedo, el barro pegajoso, la lluvia imparable, ese aire frío que te congela los huesos están logrados con elegancia y el color verde oscuro inquietante. Los planos de cámara te conectan a mil con la atmósfera y el manejo de cámara utilizado es acertado, siempre siguiendo a cada personaje en sus movimientos. Lo que me molestó un poco fue el abuso de la oscuridad en secuencias de noche (obvio) no es un detalle habitual en las películas de Bousman, por lo mismo molesta pero no le resta puntos. Los efectos especiales usados son contados con los dedos, los digitales se mantuvieron en un buen margen para no caer en esas estúpidas caricaturas computarizadas. Lo más utilizado fue el delicado maquillaje artesanal para la piel, vestuario y heridas (genial el rostro de Richard al final). Hay suficiente dosis de sangre y gore como para satisfacer a todos los paladares. El guión es simple sin giros falsos y sorpresas, el mensaje que entrega es bestial y el desarrollo hace que lo dejen  por las nubes. Lo mismo sucede con los diálogos. En la música se encuentra el increíble Booby Johnson el mismo compositor que compuso el magistral soundtrack de Mother’s Day. Se repite el plato trabajando son Bousman con una música impecable, este hombre le pone los pelos de punta a cualquiera. Sigue con esa línea entre melodías emocionales con ese tono de suspense que conectan bien, tal como lo hizo en Mother’s Day. Esos geniales y atrapantes toques de piano que se transforman en una melodía angustiosa bastante especial, junto con suaves sonidos de violín. Un bso único que es perfección y que se deja escuchar cuantas veces quieras.

En definitiva, The Barrens es una película que está cubierta por el típico papel brillante pero cuando la abres te encuentras con un papel que reluce por su humildad y que al míralo crea un contraste sublime con la luz. Carece de originalidad pero resulta impredecible sin giros ni sorpresas, es un cuento de terror complicado e intenso que te deja mentalmente mal y cansado, un cuento que tristemente muchos no captaran su idea central. El mensaje y la reflexión que te deja para que saques tus propias conclusiones es tremendo. Una película que te hace creer que vas por el camino ancho cuando en realidad siempre estuviste en el angosto. Darren Lynn Bousman demuestra una vez más que puede con el gore, thriller, terror, horror, suspenso, misterio, etc. Que es un director versátil con mucho futuro por delante, que se basa en sus ideas y no le interesa si no hay distribuidores que lo apoyen (como sucedió con esta y que Anchor Bay Film fue la única que se interesó) Sus NO finales felices siempre son bienvenido y esta vez retorna con uno que quedamos de piedra. Su método para dirigir es solido y eficaz que resulta imposible de seguir si no lo entiendes. Como fan de él, esta vez no me ha decepcionado y me ha dejado con un sabor sabroso que hace unas horas era insípido, borrando es chasco que fue 11-11-11. Y tal como dijo Darren no es una película para todos, y no se la recomiendo a nadie (ya estoy escuchando los futuros “Aburrida y lenta”) excepto a los fans como yo de este gran director, y al que le guste arriesgarse pues adelante. Lo mejor es que siempre estas en la mente de Richard, confundido y desorientando sin saber si todo son alucinaciones o si es verídico, y no hay segundo en que no estés perdido más que rata de laboratorio. Lo peor es que no llegará al cine.

                                             AQUÍ LES DEJO EL TRÁILER:

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