Título: The Barrens
Dirigido por: Darren Lynn Bousman
Escrito por: Darren Lynn Bousman
Año: 2012
País: USA
Reparto: Stephen Moyer, Mia Kirshner, Erik
Knudsen, J. LaRose, Allie MacDonald, Max Topplin.
Genero: Horror, Thriller, Suspenso,
Misterio.
Valoración: 6,9/10
Sinopsis: Richard Marlow se propone pasar
un fin de semana de camping en familia. A medida que llegan al bosque, se
encuentran diversos animales ensangrentados. Tras sufrir una herida en el
brazo, Marlow pronto comienza a debilitarse y a sufrir dolores de cabeza y
alucinaciones. Y lo que es peor, algo les acecha... Ojos amarillos, cuernos
puntiagudos y alas de murciélago, es el demonio de Jersey, cuya leyenda se
remonta al S. XVIII. Todo apunta a un final trágico.
CRÍTICA: Me considero un gran fan de Darren
Lynn Bousman y de sus proyectos. He seguido todas sus películas desde que vi la
fresca “Saw II” (película aclamada por los críticos como mejor que la primera
parte) la cosa se me complicó cuando se
hizo cargo de la tercera y cuarta entrega de la franquicia porque no soy gran seguidor
de Saw y no me apetece seguir franquicias de terror que se alargan mas de la
cuenta (a excepción de Resident Evil a la cual le tengo un cariño especial y es
mas de acción/sci-fi que de horror) Si admito que en las tres películas de las
cuales se hizo cargo se notó diferencia. La forma de dirigir de Darren es
calculadora y oscura, eso no se obtiene mucho en directores del género y creo
que es uno de los pocos que es fiel a sus películas realizándolas con pasión e
intenta ir mas allá para darnos una nueva
visión en el terror, regalándonos
historias con diferentes conceptos. Pero lo que no me entra a la cabeza
es que teniendo un talento inigualable, una buena reputación y éxito tras su largo
recorrido en Saw, me cuesta comprender porque la mayoría de sus películas que
se han estrenado durante el 2008 en
adelante han tenido tan poca distribución y desinterés por parte de las
productoras prestigiadas como LionsGate, Rogue o After Dark Film. Menos mal que
existen millones de festivales en el mundo porque de no ser así, ni siquiera
llegarían a las carteleras de USA o al mercado domestico. Películas como la
increíble “Repo! The Genetic Opera” y la maravillosa “Mother’s Day” ambas unas
bellas obras indiscutibles que han pasado demasiado desapercibida por el género
y que si duda alguna merecen unos cuantos elogios por parte de nosotros y de
los expertos que andan algo dormilones últimamente.
Tras estrenar la infumable “11-11-11”, la única decepción
gigante que he tenido de mi estimado Bousman (pero es que ni el papa la aguanta
de lo aburrida que es. ¡Sorry Darren!) Ahora nos trae su nuevo largometraje
titulado “The Barrens” un proyecto del cual dijo: “Es una película que tiene mi
versión personal sobre los monstruos” y seriamente agregó “Esta no va a ser una
película para todos, no trata sobre la característica de la típica criatura. Es
un drama con un monstruo.” Leyendo eso la película tiene mucho sentido ahora
que ya he digerido todito después de haberla visionado. En fin, siguiendo con
el estilo satánico de su película anterior, The Barrens cuenta la historia de
Richard Vineyard, que lleva a su esposa Cynthia y a sus dos hijos Danny y Sadie
a Pine Barrens para pasar un fin de semana de camping en donde esparcirá las
cenizas de su padre fallecido en el río que solían pescar. Al llegar al sitio,
todo va de mal a peor cuando cosas extrañas empiezan a suceder a mitad de la
noche en el bosque a causa de unas visiones que tiene Richard. Sin embargo, luego
de sucesos incómodos Richard decide e insiste en dejar a los demás campistas
para adentrarse en el bosque y dirigirse a un lugar mas tranquilo. Al pasar las
horas Richard comienza a enfermarse por una herida en el brazo que parece
infectada, pero cuando empieza a llover, ya no hay marcha atrás. Richard pronto
llega a debilitarse, la fiebre le traen alucinaciones. Para colmo, cree que hay
algo que los persigue y que está al acecho; algo con ojos amarillentos, cuernos
puntiagudos y alas de murciélago. Los cuerpos descuartizados de dos chicos
aparecen, y los Vineyard deberán luchar por sus vidas mientras la terrorífica
respuesta se revela a si misma en una chocante y trágica conclusión.
The Barrens parte con un inicio que sin
prestarle mayor atención, es muy parecido al de la serie True Blood (no sé si tendrá que ver el que Stephen Moyer actué y produce). Con una
canción tipo country, imágenes con efectos antiguos y unos trozos de diarios
con lectura sobre el diablo de Jersey (criatura de la historia que se centra la
película) es lo que acompaña los créditos iníciales. Pasado eso, nos tiran a la
familia protagonista que desde lejos podemos sentir que hay problemas
pasados, problemas que los dejarán para
nuestra imaginación porque no los desvelan durante todo el metraje. Siguiendo
con lo lineal, la familia Vineyard se va rumbo a Pine Barrens, y como dije
anteriormente es ahí cuando queda la grande y se arma el infierno. Y es que
llegando al bosque nos damos cuenta que la película no aparenta absolutamente
nada de lo que dice ser. Bousman nos deja boquiabierto cuando nos plantea cual
es el verdadero camino que vamos a tomar con esta película, porque a medida que
se va desarrollando la historia todo se enfoca en el personaje Richard, quien
sufre de fuertes traumas y visiones de cuando era pequeño y su padre lo llevaba
a pescar al bosque donde habita el diablo de Jersey que siempre se le aparecía
por la noches, atormentándolo. El comportamiento de Richard va cambiando, cada
vez se torna más temible para su esposa e hijos y sus visiones de cosas
sobrenaturales que no están ahí no le ayudan en nada que llevarlo a locura
total donde ya somos testigos cercanos de que es un hombre con serios problemas
mentales. Llegando a un punto de tener doble personalidad que se divide en la
de un niño de diez años y en la de un hombre con instintos de asesino demente. Toda la pinta de un thriller psicológico ¿Pero será ese realmente su genero en sí? sigamos....
Viendo que los tiros se están yendo sólo
por el horror psicológico (cosa que me encanta) y no por el gore, empezamos a
esperar con calma que nos tiene preparado Bousman en el futuro. Todo depende de
eso ya que no sabemos si nos vamos a encontrar con un desenlace rebuscado de
último minuto o de uno que se entregue de manera sublime y nos deje sin
palabras. Lo mismo sucede de el cómo lo vas a tomar porque si no llegas al
punto de vista del director, tú mismo puedes hacer que esto solo sea una
perdida de tiempo. Sigue avanzando la película con un ritmo pausado pero es
inevitable decir que gracias a ese ritmo, la cinta juega todo el tiempo con el suspense
y la intriga que te genera por saber que mierda sucede en realidad, eso es fantástico.
Pero también está el desperdicio de unas escenas que no aprovechan y se quedan
justo ahí sin más, escenas de las cuales no sacan todo ese potencial emocional
que tienen acumulado para hacernos explotar y dejarnos aún mas mal de lo que
estamos y demostrarle al espectador que tienen lo necesario y que de eso nos
encaminan cuidadosamente para lo que viene. El hecho de que veas una y otra vez
escenas con situaciones similares te hace pensar que estas ante un bodrio incoherente de
primer grado, sin darte cuenta que tienes la respuesta ante tus propios ojos,
pero como nuestras cabezas solo están pensado en ver un festín empapado de
sangre, eso mismo nos ciega completamente y he ahí que Bousman juega con nuestras
mentes como quiere, nos toma el pelo una y otra vez y logra su cometido de que
en ningún momento saques siquiera una mísera conclusión de lo que sucede; de
quien tiene la razón, de quien dice la verdad, sin saber de cual bando estar y lo terrible es que no sabes a quien creerle. Pensando lo peor y solo queriendo despertar de la pesadilla.
Una hora exacta de metraje y estamos igual
que en un principio, con la diferencia que el agobio y la desesperación ha ido
creciendo y ya no soportamos mas. Lo único que ha logrado Darren hasta ahora es
hacernos sentir a la perfección lo que
está viviendo Richard, nos hace ponernos en los zapatos de él traspasando la
locura y la claustrofobia de no poder salir del bosque que a pesar de estar en
el exterior es como si estuvieses encerrado dentro de cuatro paredes,
dejándonos confundidos desorientados, aturdidos, con ganas de que gritar y
llorar de la desesperación lo mas fuerte que se pueda hasta decir basta. El
miedo de saber que el diablo de Jersey está en cualquier parte esperando para
devorarte cuando estés débil, sin duda alguna aumenta la intensidad y es un
trastorno que intentas pero no te puedes quitar. Y al mas puro estilo de clásicos
de los 80’s Bousman con ambigüedad nos intentó mostrar desde el minuto uno que
lo importante era familia (no el gore) y el cambio que tomaban ante las situaciones que se
iban presentando (de familia con problemas a familia hundida en la mierda) que la destrucción del núcleo familiar llegó a un punto tan
horrible y fuerte provocado por el “miedo” que transformó un simple paseo de
camping en algo enfermo y retorcido con unas secuencias devastadoras
imparables. Cuando entiendes ese punto toda la base del guión te termina de
matar. Pero aun estando sin respuesta,
Darren no enseña sus cartas hasta estar a cinco minutos del final,
cuando ya nada da para mas, cuando el sufrimiento y dolor nos van consumiendo
de manera brusca, se desvela de una buena vez lo que tanto queríamos saber y
que ni en sueños lo íbamos a adivinar. Pero es tan potente la secuencia final
que ya no te importa, la incógnita ya no tiene sentido porque lo que se
presencia en el acto final vale mas que mil palabras.
El en reparto tenemos al lujurioso vampiro
de la serie True Blood, Stephen Moyer quien interpreta a Richard. Moyer es un
actor que siempre está correcto en el papel que le den pero no llega a extremos
nunca antes visto. Yo no sé si las cintas de horror sacan el potencial oculto
de cada actor o que sé yo, pero la actuación que hace Moyer es real, ingenua y desgarradora que es imposible
que alguien no arrugue la cara y siente arañas en el estomago (no mariposas). Es
tanto lo que estudia y se mete en la cabeza de su personaje que la impresión no
te la saca nadie, y si a él le pica una ojo, tu lo sientes (con eso lo digo
todo) pero el cambio de registro que tiene es lo mejor. Como nunca este actor
ya me ganó y bienvenido será
personalmente el verlo en otra película de la casa, siempre y cuando repita
este desempeño actoral. Mia Kirshner (30 Days of Night 2) es Cynthia la esposa
de Richard. De principio me cayó bomba su personaje, pero mientras va hirviendo
la tetera y ya todo está caliente uff sacó sus dotes de actriz y me dejó mute.
Su personaje a mi primera vista entra con un aspecto callado y sin fuerza pero
cuando se tiran con el desenlace Cynthia te hace querer estar ahí para ayudarla
física y mentalmente. La hermosa y joven Allie MacDonald (House At The End of
The Street) es Sadie la rebelde hija de Richard. Sin bien faltó una pisca de
condimento para que hiciera de su interpretación una puta maravilla, igual se
queda en una actuación correcta pero que estuvo escasa de realismo. Pero se entiende ya que en el horror hay que
sacar el máximo y a veces es difícil y no todos lo consiguen. Y por ultimo el
adorable Peter DaCunha quien interpreta a Danny el hijo de seis años de
Richard. No tengo las palabras adecuadas para expresarme por él. Las escenas que rodó en el lago y en la carpa uff ¡stunning!
En aspecto técnico no hay nada que reprocharle. Joseph White hace un trabajo divino al recrear y
darnos un ambiente e iluminación sofisticada,
solida y siniestra; Los arboles gigantes, el bosque húmedo, el barro pegajoso,
la lluvia imparable, ese aire frío que te congela los huesos están logrados con
elegancia y el color verde oscuro inquietante. Los planos de cámara te conectan
a mil con la atmósfera y el manejo de cámara utilizado es acertado, siempre
siguiendo a cada personaje en sus movimientos. Lo que me molestó un poco fue el
abuso de la oscuridad en secuencias de noche (obvio) no es un detalle habitual
en las películas de Bousman, por lo mismo molesta pero no le resta puntos. Los
efectos especiales usados son contados con los dedos, los digitales se
mantuvieron en un buen margen para no caer en esas estúpidas caricaturas computarizadas.
Lo más utilizado fue el delicado maquillaje artesanal para la piel, vestuario y
heridas (genial el rostro de Richard al final). Hay suficiente dosis de sangre y
gore como para satisfacer a todos los paladares. El guión es simple sin giros
falsos y sorpresas, el mensaje que entrega es bestial y el desarrollo hace que
lo dejen por las nubes. Lo mismo sucede
con los diálogos. En la música se encuentra el increíble Booby Johnson el mismo
compositor que compuso el magistral soundtrack de Mother’s Day. Se repite el
plato trabajando son Bousman con una música impecable, este hombre le pone los
pelos de punta a cualquiera. Sigue con esa línea entre melodías emocionales con
ese tono de suspense que conectan bien, tal como lo hizo en Mother’s Day. Esos
geniales y atrapantes toques de piano que se transforman en una melodía angustiosa bastante especial, junto con suaves sonidos de violín. Un bso único que es perfección y que se deja escuchar cuantas veces quieras.
En definitiva, The
Barrens es una película que está cubierta por el típico papel brillante pero
cuando la abres te encuentras con un papel que reluce por su humildad y que al
míralo crea un contraste sublime con la luz. Carece de originalidad pero resulta
impredecible sin giros ni sorpresas, es un cuento de terror complicado e intenso que te
deja mentalmente mal y cansado, un cuento que tristemente muchos no captaran su
idea central. El mensaje y la reflexión que te deja para que saques tus propias conclusiones
es tremendo. Una película que te hace creer que vas por el camino
ancho cuando en realidad siempre estuviste en el angosto. Darren Lynn Bousman
demuestra una vez más que puede con el gore, thriller, terror, horror,
suspenso, misterio, etc. Que es un
director versátil con mucho futuro por delante, que se basa en sus ideas y no
le interesa si no hay distribuidores que lo apoyen (como sucedió con esta y que
Anchor Bay Film fue la única que se interesó) Sus NO finales felices siempre son
bienvenido y esta vez retorna con uno que quedamos de piedra. Su método para dirigir es
solido y eficaz que resulta imposible de seguir si no lo entiendes. Como fan
de él, esta vez no me ha decepcionado y me ha dejado con un sabor sabroso que
hace unas horas era insípido, borrando es chasco que fue 11-11-11. Y tal como
dijo Darren no es una película para todos, y no se la recomiendo a nadie (ya
estoy escuchando los futuros “Aburrida y lenta”) excepto a los fans como yo de
este gran director, y al que le guste arriesgarse pues adelante. Lo mejor es que siempre
estas en la mente de Richard, confundido y desorientando sin saber si todo son
alucinaciones o si es verídico, y no hay segundo en que no estés perdido más
que rata de laboratorio. Lo peor es que no llegará al cine.
AQUÍ LES DEJO EL TRÁILER:
Lo nuevo de Darren y con Mia mmmmm Me la apunto.
ResponderEliminarSabes el nombre de la canción al inicio de la película?
ResponderEliminar